Se ha vuelto todo light.
La novela, la pintura… Nada tiene peso.
Eso se ha extendido a la vida humana.
Ni el amor ni el sexo tienen peso.
Ahora, el sexo es una gimnasia.
Fernando de Szyszlo
Tal y como dice Fernando de Szyszlo, se está perdiendo la esencia más profunda, esa que nos hace vibrar por dentro y que despierta cada rincón de nuestro ser.
En esta sociedad tan llena de estímulos, ¿dónde ha quedado la sensibilidad, las sensaciones, el erotismo, la sensualidad…? Vivimos en unos días en los que se vende sexo vulgar. Siempre explícito, directo, exagerado, insípido y vano. Ya no hay seducción, no hay misterio ni juego. No hay magia, encanto, sublimidad ni delicadeza.
Tal y como dice el gran Mario Vargas Llosa respecto al mundo occidental: Hacer el amor en nuestros días, está más cerca de la pornografía que del erotismo.
Es maravilloso que la sexualidad esté tan presente, ya que esto ha permitido desterrar muchos mitos y conseguir que cada vez esté más extendida y aceptada la idea de que todas las personas pueden vivir su sexualidad libremente. Pero normalizar algo, no significa tener que hacerlo explícito. Ya nada se intuye ni se imagina. En el cine, nos muestran los orgasmos más rápidos y más espectaculares y con las posturas más difíciles, pero perdemos por el camino la verdadera esencia de la sexualidad, aquello que la eleva y la hace brillar en su máximo esplendor. Aquello que sale de dentro y que convierte cada instante en algo mágico, único e irrepetible.
Como decía la maravillosa Anaïs Nin en su carta a El Coleccionista, El sexo pierde todo su poder y su magia cuando es explícito, rutinario, exagerado, cuando es una obsesión mecánica.
Hace tiempo que busco buena literatura erótica actual. ¿Dónde han quedado esos textos en los que cada palabra estaba inundada de erotismo? Ni siquiera los títulos nacidos en el boom de la nueva literatura erótica (iniciada por la famosa trilogía de E. L. James) te invitan a leerlos. Ya no te despiertan esa magia, esas ganas de descubrir, de aventurarse.
Cuántos libros han sido la causa de grandes escalofríos, cuántas escenas de películas han despertado todo el erotismo de nuestro interior… Jerry Zucker, Adrian Lyne o Fred Zinnemann son algunos de los directores que lo han logrado (en el post: Escenas eróticas de cine, recogimos algunas de ellas).
No se trata de conocer el kamasutra a la perfección, sino de saber ir más allá. Viviendo un sexo tan centrado en los genitales y en el coito, nos estamos mutilando sensorialmente. Estamos desaprovechando nuestra capacidad de sentir, reduciéndola a unos pocos centímetros de nuestro cuerpo. Y no digo que huyamos del coito, simplemente que no lo contemplemos como la única vía de placer. Todavía hay muchas personas que siempre terminan todas sus relaciones sexuales con la penetración. Y no por ser la actividad de mayor placer, simplemente porque no se han planteado otro tipo de repertorio.
Es precisamente toda esta obsesión genital la que influye en muchas de las dificultades sexuales tan presentes hoy en día, como la disfunción eréctil, la anorgasmia o la eyaculación prematura. Porque ya no sólo se trata de centrar la relación sexual en el coito, sino que además ese coito tiene que durar lo máximo posible. ¿Podemos ser más aburridos? ¡Eroticemos todo el cuerpo! Empezando por la mente… Hagamos que cada punto de nuestra piel se entregue al placer.
Podemos hacer el amor con las manos. ¿Has probado alguna vez a cerrar los ojos y acariciarte las manos con tu pareja? Dejar volar tu imaginación y centrarte en transmitir con esta parte de tu cuerpo y en escuchar lo que tu pareja te trasmite.
Conecta con tus emociones, sorprende, vincula la sexualidad a la fantasía, al movimiento, a las sonrisas, a la música, a los verbos tocar, oler, sentir, fluir… A la pasión, al erotismo, a la sensualidad y a las sensaciones. Cuando exploras tu sexualidad (de manera individual o en pareja) y le das el tiempo y el espacio que requiere, puedes conseguir que cada sensación trascienda lo físico. Que vaya mucho más allá de la satisfacción puramente genital.
En definitiva, puedes convertir las sensaciones en emociones.
Qué pena me da ver la forma en que la sexualidad se expone en todos sitios. Realmente necesitamos un cambio de visión, ojalá siempre se tratase el mundo del sexo como lo hacéis vosotras. Gracias!
Gracias Lara,
Por tan important valoración.
Tu artículo me ha dado mucha información acerca de situaciones que estoy viviendo.
Un saludo!
Noemi
Sandra M., ¡muchas gracias por tu comentario y por tus palabras positivas! Poco a poco y entre tod@s, iremos consiguiendo este cambio. ¡Saludos!
Hola noemisv,
Me alegro muchísimo de que te haya gustado el artículo y te sea de utilidad. ¡Gracias por tu comentario!
Un abrazo.
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