En el último mes he leído muchísimos artículos en los que se culpabiliza a los Succionadores de Clítoris de la insatisfacción sexual. Qué fácil, ¿no?
Por favor, ¡basta ya de quitarse la responsabilidad de encima y de echársela a un simple objeto! Desconozco quién empezó este sinsentido y qué lo motivó pero, bajo mi punto de vista, si hablamos de Insatisfacción Sexual, tenemos que ir muchísimo más al fondo de la cuestión.
No podemos creer que un objeto es algo negativo por sí mismo, lo negativo es la deficiente educación sexual que hay todavía y lo poco que se invierte para que todas las personas tengan acceso a una educación sexual de calidad.
Que en pleno 2020 son los propios colegios los que, si deciden que quieren ofrecer educación sexual de calidad a su alumnado, tienen que pagarlo de su bolsillo y buscarse la manera de hacerlo (incluso a veces la financiación viene del AMPA, por un@s madres/padres conscientes de la importancia de hacer este regalo a sus hij@s). Parece mentira que no tengamos una asignatura obligatoria desde P3 en la que se hable de emociones, de sexualidad, de relaciones… Y no que el único contacto formativo que tengan sea en la adolescencia y para darles una charla de 1 hora en la que avisarles de todos los peligros del sexo y otra para venderles las maravillas de las compresas y tampones.
Necesitamos una educación transversal que favorezca que todas las personas puedan vivir el sexo desde la libertad de decidir si un día les apetece usar un succionador (que, por cierto, no succionan, lo que hacen es emitir ondas de presión), un vibrador, un aceite de masaje o disfrutar de la maravilla del piel con piel.
Que luchemos tod@s para que en los colegios haya profesionales de la Sexología hablando a nuestr@s hij@s de placer, de autoestima, de autoconocimiento, de asertividad, de emociones, de relaciones sanas… Para que, el día de mañana, cuando les aparezca un juguete erótico determinado, sepan que tampoco se trata de dejar su sexualidad en manos de ese objeto ni de convertir su sexualidad en solo algo rápido de tipo fast food. Que en la variedad -y en la libertad- está el gusto.
¿Qué me parece maravilloso de todo lo que ha rodeado al invento del succionador?
- Que hemos logrado que muchísimas mujeres hablen del orgasmo de las personas con vulva (ya sabes que hablo de cuerpo con vulva para no dar por hecho que solo las mujeres tienen vulva).
- Que se ha normalizado mucho más la autoestimulación de las personas con vulva.
- Que existe un objeto que nos puede dar sensaciones distintas a las experimentadas hasta ahora.
- Que para muchas personas ha significado sentir el primer orgasmo de su vida.
- Que se le ha dado más importancia al clítoris y muchas personas han empezado a estimularlo más durante las relaciones sexuales.
- Que muchas personas con pene se han centrado en aprender distintas formas de estimular el clítoris porque se han dado cuenta de su importancia.
¿Qué tenemos que tener en cuenta?
- Que el succionador no es para TODAS las personas. ¡Igual que cualquier otro juguete erótico! No hay nada que sirva de forma universal. Así que, si a ti no te ha gustado, no significa que tengas un problema. De hecho, también existe un modelo de un solo uso precisamente para ver si es algo que quieres incorporar a tu vida sexual o no.
- Que si alguien basa toda su sexualidad en usar el succionador de clítoris, lo que tiene es un problema de falta de educación sexual y, además, tendríamos que ver qué está motivando ese uso exclusivo del succionador y de dónde nace esa necesidad de vivir una sexualidad siempre rápida, poco profunda y totalmente centrada en el orgasmo.
Y tú, ¿qué opinas?
¡Feliz sexo!
(La preciosa ilustración es de Mari Fouz)
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