Hoy te dejo con Roser Civit, que fue alumna mía en el Máster en Crecimiento Sexual y de Pareja y que es Psicóloga, Sexóloga y Educadora Social. ¡Fue una maravilla tenerla en clase!
Aquí tienes la interesante crítica que hizo sobre “Venus”, el documental que da voz a la Sexualidad y al Placer de las Mujeres de Dinamarca.
DOCUMENTAL: VENUS.
Título original: Venus – Let ‘s Talk About Sex
Año: 2016
Duración: 80 min.
País: Dinamarca
Dirección: Mette Carla Albrechtsen, Lea Glob
Guión: Mette Carla Albrechtsen, Lea Glob
Música: Ola Kvernberg
Fotografía: Cathrine Coleman
Productora: Coproducción Dinamarca-Noruega; House of Real / Faction Films
Sinopsis:
Dos jóvenes directoras danesas convocan un casting como parte del proceso para filmar una película erótica dirigida por y para mujeres. Como respuesta a su llamada, más de 100 mujeres aparecen en su apartamento y hablan directamente a cámara sobre sus fantasías eróticas, sus deseos y sus frustraciones. A medida que avanza el rodaje, las entrevistadas se abren más y la trama va tomando forma. Las directoras se dan cuenta de que, sin haberlo previsto, estas sesiones íntimas se convierten en la película que necesitaban hacer. Una historia que intenta ser sincera, honesta y vulnerable sobre las mujeres en relación al sexo, el deseo, las emociones, los descubrimientos, el papel que supuestamente deben jugar en la cama y todas aquellas cuestiones de las que nunca nos habíamos atrevido a hablar.
REFLEXIÓN POST VISIONADO:
En este documental, podemos observar una pequeña muestra de cómo mujeres de 18 a 35 años, no profesionales del tema, viven su sexualidad. Son mujeres “normales, de la calle”, que han tenido la valentía de expresar, públicamente, sus miedos, sus deseos, sus dudas, sus creencias, sobre un tema tan apasionante y, al mismo tiempo, tan controvertido como es la sexualidad femenina.
En él y, sobre todo, con el testimonio de las más jóvenes, podemos apreciar creencias que se establecen entre el grupo de iguales: “Tener experiencia sexual, te da estatus”. “Los jóvenes nos comparamos, para saber cuál es la norma”. “Los jóvenes vamos muy desorientados”. Aquí, se confirma que los jóvenes de hoy en día, tienen la capacidad de acceder a todo tipo de contenido sexual, pero aún así, hay una gran carencia de saber discernir “lo correcto, de lo incorrecto”, ” lo moral, de lo inmoral “,” lo adecuado, de lo inadecuado “… Cada vez tenemos más acceso a la información, pero sigue habiendo un gran vacío en la formación. Al no tener una referencia clara, al desconocer que la sexualidad es tan amplia como personas vivimos en el mundo, se comparan entre ellos, con el fin de establecer unos patrones concretos y una dirección a seguir.
Paralelamente, por tener un ideal externo a una misma, al propio conocimiento, a las propias inquietudes, a las propias creencias y motivaciones, se puede observar cómo esta “sexualidad normativa”, va perpetuando un modelo coital genital. Se vincula tener sexo de verdad, con la penetración. De nuevo, el modelo patriarcal vuelve a dominar la partida. “¿Cuántos hombres te han dado un orgasmo?”, les pregunta… ¿Pero es responsabilidad del macho que una mujer tenga un orgasmo? No sería hora de que las mujeres conociéramos nuestras zonas erógenas, nuestra anatomía y cuáles son nuestras preferencias en la cama? Y aún más: una vez conocidas, poderlas expresar a la pareja sexual y llevarlas a cabo. En el documental comentan que “las mujeres se enamoran de los hombres que les dan orgasmos”, que “da vergüenza expresar abiertamente lo que realmente deseas”, “el sexo oral a un hombre, es permitido. El sexo oral a una mujer, es tabú”, “lo que una mujer debe hacer en la cama, queda muy difuso. Los activos son los hombres”.
¿Es esto lo que realmente queremos las mujeres? ¿Delegar la responsabilidad de nuestro placer a terceras personas?
Es en este punto cuando nos volvemos a encontrar con todos los tabúes que siempre han acompañado la sexualidad femenina. Un claro ejemplo es cuando dicen: “No tengo palabras para nombrar mis genitales”. ¡Durante tantos y tantos años se ha negado tanto nuestra sexualidad, que una ya no sabe ni qué tiene entre las piernas! Se ha obviado tanto el placer de la mujer, que ésta se ha llegado a creer que es inmoral: “la sexualidad es pecaminosa”, comentan…
Del tabú, pasamos a la exigencia: “Las vaginas tienen enfermedades. El coño es atlético, está depilado y lleva aceites esenciales. Yo no tendré nunca un coño”,”No me puedo mirar al espejo desnuda”, “No acepto mi cuerpo, siempre miro qué puedo cambiar”. El cuerpo femenino y, más concretamente, todo lo vinculado a su sexualidad, siempre se trata de sucio, contaminante, recatado, generador de trastornos mentales, impuro… Merecedor de ser escondido y disimulado…
De la exigencia pasamos al conflicto: “Hay que vestir discretamente y ser correcta”, “hay que ser sexy y femenina, inocente y salvaje, a la vez …”. De nuevo, se reprime la libertad de expresión y ante toda ambivalencia, actúe como actúe, ¡la mujer siempre será culpable!
Somos los hombres y las mujeres del s. XXI, los que tenemos la responsabilidad de romper con todos estos estereotipos, para que toda persona, sea macho, hembra, u otros, sea blanco, negro o amarillo, tenga una orientación sexual, otra, o la de más allá, etc … Pueda expresarse y vivirse plenamente.
Tenemos que entender (y ayudar a hacer entender), que el autoconocimiento es la base de la libertad. Que sólo habrá una persona que sabrá lo que realmente queremos y necesitamos y, ésta, somos nosotras mismas.
¿Qué te ha parecido? ¿Te has sentido identificada con alguna de las frases que comparten estas mujeres? Esta vivencia de la sexualidad todavía está muy extendida en nuestra sociedad y, como dice Roser, es trabajo de tod@s lograr el cambio.
¡Feliz sexo!