Recientemente he recibido la noticia del fallecimiento repentino de un amigo y me ha hecho pensar en algo que hace años que tengo muy presente en mi vida pero que no había compartido todavía aquí contigo. Quizá porque parece que hablar de la muerte es negativo y es un tema que se suele omitir, quizá porque se aleja de la temática habitual del blog, pero al fin y al cabo, el sexo es vida, y de VIDA va este post.
En nuestra sociedad existe una tendencia bastante generalizada que consiste en complicarse la existencia. ¿Te suena? Hacer problemas y crear discusiones con temas totalmente absurdos que, si los miramos de lejos, pierden toda la importancia. Ya verás… Piensa en el último tema por el que has discutido, por ejemplo, con tu pareja (o con alguien importante en tu vida). ¿Lo tienes? Ahora, vuela hacia delante en el tiempo hasta que tengas 90 años. Imagínate en tu día a día, lo que estarías haciendo… Y ahora imagina que te acuerdas de esa discusión que tuviste hace años. ¿Qué importancia crees que le estarías dando a ese tema tantos años después? Se hace realmente mínima, ¿verdad? Pues te propongo que cada vez que vayas a discutir, le preguntes a tu “yo” de 90 años si merece la pena empezar esa discusión y amargarte el día o si puedes enfocarlo de otra forma. Ya sabes que cada vez que se nos mueve una emoción, es una gran oportunidad que nos da la vida para seguir creciendo. Así que en lugar de “echárselo” a otra persona, reflexiona acerca de lo que puedes aprender de esa situación.
Y volviendo al título del post, puede que parezca una frase tétrica o que no queremos escuchar, pero lo cierto es que hoy estamos aquí pero mañana… Mañana quién sabe. Así que lo de “disfruta del momento”, “vive la vida que quieres vivir”, “haz realidad tus sueños”… no creas que son solo frases motivadoras grabadas en la taza del desayuno, haz que sean tu realidad. Cada vez que estés a punto de cruzar la línea del bienestar al malestar y de crear una situación conflictiva, pregúntate si es en eso en lo que quieres invertir tu tiempo. Si es para esto que estás viv@ o si eso es lo que quieres priorizar en tu relación de pareja. Y en ese instante, suéltalo, deja ir ese sentimiento que te ha llevado hasta ahí, visualiza qué es lo que quieres vivir ahora y, sin más, VÍVELO.
La vida es maravillosa y está llena de situaciones mágicas que solo están esperando a que les demos espacio en nuestro día a día. Lo malo es que a veces, perdemos tanto tiempo regalando nuestra atención a todo lo negativo y a las quejas, que no les damos lugar y pasan de largo sin que ni siquiera nos demos cuenta.
¿Qué quieres priorizar en tu vida?
Ten en cuenta que para ello, tienes que renunciar a las quejas constantes y a la negatividad, con lo “fácil” que se vive dentro de nuestras rutinas, por nocivas que sean.
¿De qué quieres desprenderte hoy mismo?
¿A qué quieres darle espacio en tu día a día?
¡Feliz sexo! (y feliz vida)