Cada semana en el Institut Gomà de Barcelona, tengo el honor de acompañar a muchas mujeres que quieren aprender a disfrutar de su sexualidad.
En numerosas ocasiones, cuando empezamos a hablar de placer sexual, nos damos cuenta de que no hay placer de ningún tipo en su vida. Es decir, no disfrutan de ninguna actividad únicamente por placer. Quizás sí que hacen algunas actividades pero siempre son medios para conseguir algo. Por ejemplo, para ser más culta, para ser mejor profesional, para adelgazar… Y, en el fondo, no disfrutan de su práctica.
Como siempre te digo, tu forma de vivir la sexualidad está muy relacionada con tu manera de estar en el mundo. Así que si tienes problemas con el placer sexual, puedes preguntarte cómo te relacionas con el placer en general. ¿Qué actividades haces solo por placer? Pintar, bailar, degustar, meditar, practicar deporte… Pero disfrutando del “durante” y sin preocuparte del resultado. En este caso, no se trata de convertirte en la mejor de las bailarinas, sino de sentir tu cuerpo, de sentirte a ti, de conectar con la música, de dejarte llevar…
¿Qué relación tiene todo esto con el sexo? Muchas veces, las relaciones sexuales son más un momento de demostrar, que de disfrute. Son como un examen que hay que pasar con matrícula de honor… Y nuestro placer queda relegado a un segundo (o último) plano.
¿De qué forma puedes añadir más placer a tu vida?
¿Qué actividades puedes incorporar hoy mismo?
Y a nivel sexual, si te cuesta centrarte en el momento que estás viviendo, prueba a centrarte en todo lo que sientes. Cerrar los ojos y dejarte llevar por cada sensación en la piel, como cuando acaricias a un animal y este va adaptando su cuerpo al movimiento de tu mano. ¿Te suena? ¿Y si intentas ser como un gato en tu próximo encuentro erótico?
Después, puedes escribir cómo te has sentido y qué emociones se te han despertado. La sexualidad nos conecta con muchos sentimientos y puede ser un gran camino de autoconocimiento y de crecimiento personal.
¡Feliz sexo!