¿Te suena esta frase?
Muchas mujeres me han dicho que se han encontrado con esta respuesta al proponer a sus maridos la visita a un sex shop.
Como siempre digo, no se trata de que todas las personas tengan que usar productos eróticos (¡solo faltaría!), pero, muy frecuentemente, detrás de esta afirmación, existe miedo y desconocimiento.
Nadie necesita juguetes eróticos. Pero como tantas otras cosas que adquirimos y que usamos a diario y no son imprescindibles para nuestra existencia.
No se trata de necesitar los productos para “funcionar” bien en la cama (si es que existe el bien y el mal en la cama), sino que la idea es abrir la mente para divertirse todavía más.
Aún así, es muy comprensible dar esa respuesta si lo primero que aparece en la mente al escuchar las palabras “productos eróticos” es un vibrador enorme de color carne. Ese es el motivo por el que muchos hombres los ven como una competencia más que como aliados.
Pero tranquilos, puedo afirmar con total seguridad que el vibrador realístico de talla XL es el que menos demanda tiene (por lo menos, entre la clientela de Placer ConSentido).
Pero tranquilos, puedo afirmar con total seguridad que el vibrador realístico de talla XL es el que menos demanda tiene (por lo menos, entre la clientela de Placer ConSentido).
La entrada al mundo de la juguetería erótica puede hacerse de forma gradual.
Empezar por los aceites de masaje y seguir con los lubricantes, para comprobar cómo cambia una estimulación genital con lubricante o sin él. Después, se puede comenzar a tantear otros productos de cosmética erótica como los geles de efecto calor o de efecto frío o las cremas que potencian el placer. ¿Sabes cuáles son nuestros vibradores estrella? ¡Las balas! Así que no hay peligro de comparaciones. Ya sabes que el clítoris es esa zona estrella en la que entretenerse, y un vibrador de tamaño mini puede ser un gran ayudante.
Empezar por los aceites de masaje y seguir con los lubricantes, para comprobar cómo cambia una estimulación genital con lubricante o sin él. Después, se puede comenzar a tantear otros productos de cosmética erótica como los geles de efecto calor o de efecto frío o las cremas que potencian el placer. ¿Sabes cuáles son nuestros vibradores estrella? ¡Las balas! Así que no hay peligro de comparaciones. Ya sabes que el clítoris es esa zona estrella en la que entretenerse, y un vibrador de tamaño mini puede ser un gran ayudante.
Es momento de liberarse de toda la represión sexual y de experimentar nuevas formas de placer. Tanto si quieres incorporar la juguetería erótica a tu vida sexual, como si quieres mantenerla al margen, asegúrate de que la decisión la tomas tú (y no las creencias que has heredado).
¿Para qué te pueden servir los productos eróticos?
1. Potenciar el placer.
2. Jugar y divertirte.
3. Incrementar las sensaciones físicas.
4. Desarrollar las fantasías y hacerlas realidad.
5. Ampliar el repertorio erótico.
6. Descubrir nuevas zonas erógenas.
7. Evitar la monotonía.
8. Fomentar el autoconocimiento.
9. Aumentar el deseo sexual.
10. E incluso ayudar en el tratamiento de algunas dificultades sexuales.
5. Ampliar el repertorio erótico.
6. Descubrir nuevas zonas erógenas.
7. Evitar la monotonía.
8. Fomentar el autoconocimiento.
9. Aumentar el deseo sexual.
10. E incluso ayudar en el tratamiento de algunas dificultades sexuales.
¡Que tengas un feliz sexo!
Muchas gracias por tu entrada! está genial. Y la verdad es que creo que existe mucha vergüenza a hablar de los juguetes eróticos y accesorios, pienso que en general, la sociedad los utiliza, pero se habla muy poco, poquísimo diría.
En los años que estamos, y con las mentes tan liberales para unas cosas, y todavía cuesta mencionar la palabra "vagina" o "pene" con naturalidad, y como algo más.
Hace poco estuve viendo un reportaje sobre el llamado "el tamaño importa", y supe que desde hace millones de años, el hombre siempre ha tenido "obsesión" y "culto" al "falo", y de ahí viene todo… y en los tiempos que estamos todavía andamos con este tipo de preguntas.
Creo que ya es hora de vivir la sexualidad con naturalidad y sin pensar en cosas que no deberíamos.
Gracias
¡Hola Anónim@!
Muchísimas gracias por tu comentario.
¡Cuánta razón tienes! Es verdad que todavía cuesta mucho decir "vagina", "vulva", "pene", "clítoris", "testículos"… Y se prefiere usar cualquier otro tipo de sinónimos (inventados), antes que las palabras correctas. Especialmente, cuando se trata de hablar de sexualidad con niñ@s.
Pero también es cierto que cada vez son más las personas que toman consciencia de la importancia de llamar a cada cosa por su nombre. Me alegro de que tú seas una de ellas.
¡Un abrazo!