Como ves, la temática del post de hoy es muy distinta a la habitual. Pero ya sabes que Placer ConSentido ha estado siempre muy vinculado a los animales, así que aprovecho este espacio para hablar de la injusta y desastrosa situación que muchos galgos sufren en España actualmente.
El uso que se hace de ellos para cazar, les supone ser maltratados y entrenados de forma salvaje hasta su final, que suele llegar en forma de abandono o asesinato.
El documental Febrero, el miedo de los galgos, cuenta la situación que viven estos perros. Conocer su realidad ha hecho que mi visión del mes de febrero sea bien distinta, ya que es en ese momento cuando la temporada de caza termina, llevándose por delante la vida de una grandísima cantidad de galgos.
Con la finalidad de aportar nuestro granito de arena, nos pusimos en contacto con Proyecto Galgo, y el resultado es que hace poco más de un mes que Vera entró a formar parte de nuestra familia.
Sara, que es el alma de la asociación, es un encanto de persona y la atención que nos ha dado (y que nos sigue dando) es de un valor indescriptible.
Cuando conocimos a Vera, acababa de llegar del rescate y a penas llevaba 24 horas en Barcelona, acogida por Sonia y Jordi, una pareja que contribuye a dar esta segunda oportunidad a tantos galgos. Vera, a sus escasos 18 meses de vida, estaba llena de miedos y tenía un grandísimo temor a las personas, especialmente a los hombres. Así que desde el principio fuimos conscientes del gran proceso de acompañamiento que tendríamos que hacer con ella para que llegase a confiar. Un camino lleno de amor y de paciencia.
Nuestros gatos, Shiva y Shakti (si sigues a Placer ConSentido en Instagram ya les conoces), la han acogido de maravilla y ahora ya se está empezando a dejar querer por ellos.
De hecho, cada vez que Vera vuelve de su paseo, Shiva va corriendo hacia la puerta y juntan sus hocicos.
En la montaña Vera disfruta con Reg, mi querido compañero que, a sus 21 años, no deja de jugar con ella en todo momento.
Cada paso que da Vera hacia delante, es como una gran fiesta. ¡Casi me pongo a llorar de la emoción el día en que nos empezó a mostrar su afecto!