Gracias Pepi por descubrirnos el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales, lugar en el que imparten distintos cursos a lo largo del año, entre ellos, el de cocina afrodisíaca vegetariana.
Mª Pilar Ibern Gavina, encargada de este curso, es titulada en Dietética y Nutrición y autora de 7 libros de cocina vegetariana. ¡Porque se puede preparar una riquísima comida, sin dejar de lado ni la salud ni la ética!
Curso Teórico-Práctico de Cocina Afrodisíaca
Si este no es de tu interés, hemos visto que también tienen cursos de otras temáticas con muy buena pinta (en modalidad online y presenciales).
Aquí tenéis una receta de la autora para despertar los sentidos:
Ensalada primavera con salsa de fresas y menta
Ingredientes para 4-6 personas
lechuga tipo Hoja de Roble1 lechuga tipo Lollo Rosso
1 zanahoria rallada
manzana tipo Golden o Fuji crujiente
Un poco de limón para sumergir la manzana
Un puñadito de germinados (hinojo, alfalfa dulce…)
Unos dátiles (opcional)Para la salsa: 2 yogures de soja o de leche de cabra
6 hojas de menta fresca
150 g de fresas (a taquitos) o frambuesas
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Una pizca de sal de hierbas
cda. de tahín (pasta de sésamo)
Preparación En primer lugar prepararemos la salsa para que repose un mínimo de media hora, a fin de perfumar el yogur con la menta.
Para preparar la salsa, mezclaremos los yogures con el aceite, la sal, el tahín, las fresas cortadas a daditos muy pequeños y finalmente las hojas de menta desmenuzadas.
Una vez reposada la salsa, limpiaremos bien la lechuga retirando los restos de arena. Se trocea y con la ayuda de una centrifugadora de verduras, eliminaremos toda el agua del lavado para que al estar bien seca reabsorba bien el aroma de la salsa. A continuación rallaremos la zanahoria, cortaremos unas finas láminas de manzana que sumergiremos rápidamente en limón para que no se oxiden.
Organizaremos la ensalada de la siguiente manera:
Volcaremos la mezcla de lechugas y en el centro haremos un nido con la zanahoria que rodearemos con las láminas de manzana. Alrededor distribuiremos motoncitos de germinados y finalmente salsearemos el centro generosamente, con la salsa reservada.
Acabar el decorado con alguna lámina de fresa sobre la salsa.
Nota de la autora Embriagadora como la dulce primavera, esta ensalada despertará nuestros sentidos dormidos tras el largo invierno.
La mezcla de sabores dulces, ácidos y amargos en perfecto equilibrio nos regalará vitaminas, vitalidad y placer.