A lo largo de la historia han ido apareciendo una serie de mitos que, por desgracia, siguen existiendo, en mayor o menor medida, en la actualidad.
1. Sólo la practican las depravadas.
“Si una mujer se autoestimula es porque es una pervertida”
El hecho de que a lo largo de la historia la mujer haya sido considerada como una persona sin derechos para disfrutar de su sexualidad y que, simplemente, sus virtudes estuviesen relacionadas con la maternidad, hace que cuando una mujer se autosatisface sea tachada de pervertida y viciosa y se cree una imagen negativa de ella.
2. Mucho es anormal.
“Si una mujer se autoestimula mucho es porque tiene algún problema”
Se piensa que existe una relación entre una mujer que se autosatisface más “de lo normal” y el desarrollo de enfermedad mental.
Hay que tener en cuenta que cada persona tiene una frecuencia distinta y que una autoestimulación frecuente no implica la existencia de otro tipo de problemas. Además, ¿qué se puede clasificar como “normal”? Se puede empezar a considerar un problema cuando esto interfiere significativamente con el resto de la vida de la persona.
3. Provoca problemas futuros.
“La autoestimulación provoca problemas sexuales futuros y otras alteraciones físicas”
Son muchas las creencias existentes acerca de las consecuencias que tiene la práctica de la autosatisfacción. Se dice que es físicamente dañina ya que disminuye la potencia sexual, produce ceguera y esterilidad, impide llegar al orgasmo con la pareja, provoca la aparición de espinillas, hace crecer vello en las manos, ocasiona gran adelgazamiento, etc.
A pesar del gran daño que ha hecho la creación de estos mitos por parte de la sociedad, lo cierto es que no se ha dado ningún caso que confirme una relación entre la masturbación y estas consecuencias nombradas. Es más, la autoestimulación es un acto saludable y completamente normal. Aunque estos mitos son generalizables a ambos sexos, la femenina es la que, a lo largo de la historia, se ha llenado de más tabús y miedos.
4. Es típicamente masculina.
“Sólo los hombres se autoestimulan”
Aunque está mucho más aceptada en hombres que en mujeres, ellas tienen el mismo derecho que los hombres de buscar el autoerotismo. Además, es algo positivo ya que el hecho de autoestimularse permite un mayor autoconocimiento y esto va a beneficiar las relaciones de pareja futuras.
5. No es un orgasmo real.
“El orgasmo que se consigue a través de la autoestimulación, no es un orgasmo auténtico”
Este mito se debe, principalmente, a la creencia de que el orgasmo sólo se puede conseguir a través de la penetración. Muy al contrario, existe un alto porcentaje de mujeres que sólo llegan al clímax a través de la estimulación del clítoris.
6. Lleva al aislamiento social.
“La autosatisfacción hace que no se deseen las relaciones con otras personas”
Se tiene la imagen de la mujer sola y aislada del mundo, autoestimulándose. Es la idea de la autosatisfacción como consuelo o de que la preferencia por esta práctica lleva a la soledad.
Al contrario, y como ya se ha indicado, la práctica de la autoestimulación puede aportar beneficios a las relaciones de pareja.
7. Sólo las solteras se autoestimulan.
“Solo las mujeres sin pareja sexual se autosatisfacen”
Aquí queda manifiesta también la idea de autoestimulación igual a consuelo. La realidad, sin embargo, es que es totalmente normal que una mujer tenga una pareja estable que la satisfaga y que siga autoestimulándose.
8. No existen estímulos eróticos para las mujeres.
“Las mujeres no se excitan con estímulos eróticos”
Esta creencia queda demostrada en el escaso número de películas y revistas pornográficas dirigidas al público femenino. ¡Las mujeres también se excitan con los estímulos visuales!
9. Sólo es propio de personas jóvenes e inmaduras.
“Cuando una mujer alcanza la madurez, ya no se autoestimula”
Quizás la adolescencia es la época en la que la autosatisfacción llega a la máxima expresión ya que es el momento en que se empieza a descubrir la propia sexualidad. No obstante, esto no significa que no se continúe practicando a lo largo de la vida ni que la frecuencia tenga que ser menor necesariamente. La autoestimulación no tiene fecha de caducidad.
10. Es egoísmo.
“La autoestimulación es un acto egoísta”
Este mito se debe a la creencia de que la mujer sólo tiene que satisfacer los deseos del hombre y hacer que él disfrute de la relación sexual. Como ya se ha comentado, esta práctica puede incluso favorecer las relaciones de pareja.
11. Se deja al iniciar las relaciones sexuales de pareja.
“Cuando tienes pareja ya no te autoesimulas”
Aunque es muy recomendable que la autoestimulación sea la primera experiencia sexual de una mujer ya que la ayuda a conocerse antes de iniciarse con otras personas, esto no significa que una relación sexual de pareja sustituya a una relación sexual con uno mismo.
12. Es un desperdicio de energía.
“La autosatisfacción solo es un gasto de energía en vano”
Este mito está enfocado desde la visión del sexo como vía de reproducción y no de disfrute personal.
13. Es obligatorio autosafisfacerse.
“Si no te autoestimulas es que tienes un problema”
Al contrario de todos los mitos que se han nombrado hasta aquí, también hay quien se va al extremo y piensa que todas las mujeres tienen que autoestimularse para demostrar su correcta salud sexual y su liberación. Muy al contrario, cada uno es libre de vivir su sexualidad como le apetezca y como desee, en función de sus valores y principios.