Escribo hoy este post para hablar de un tema de rigurosa actualidad y que necesita que tengamos bien presente. Se trata del acoso sexual a través de las redes sociales, que es un comportamiento que puede darse de distintas formas que coinciden en ser no deseadas, ofensivas y que resultan desagradables para la persona que lo sufre. Es decir, ni consentido ni con sentido.
Si eres víctima de ello y recibes cualquier tipo de mensaje que te resulta desagradable o que incluso te genera malestar, te animo a denunciarlo.
Y si, al contrario, sientes el impulso de escribir mensajes eróticos a personas que no conoces, puede ser un buen momento para iniciar un proceso de psicoterapia para sanar heridas emocionales y adquirir las herramientas que te ayuden a gestionar esa necesidad.
Aprovecho este post para pedir a todos los hombres que me mandan mensajes cada día a través de Facebook que no me escriban más si no es para un tema profesional. Quizá puede parecer impertinente dicho así, pero recibir cientos de mensajes al día de hombres a los que no conoces y que te hacen distintas propuestas personales y te mandan las famosas FPSA (Fotos del Pene Sin Aviso) no es para nada agradable. Unos meses atrás decidí simplemente dejar de entrar en mi buzón de Facebook, pero hay personas que han tratado de hacerme una consulta profesional por ese medio y que no han obtenido respuesta hasta que no me han intentado localizar por otra vía. Así que, por respeto a estas otras personas, hago este llamamiento porque no quiero desatenderlas ni tener que abrir todos esos mensajes cada día para hacer la selección. Me encantaría poder contestar a esas consultas y a los mensajes que sí son agradables (y que agradezco muchísimo), así que si recientemente me has escrito algún mensaje y has visto que no lo he ni leído, ahora conoces el motivo.
Y este es un post también de solidaridad hacia todas esas mujeres (¡y hombres!) que se encuentran en la misma situación. Porque NO podemos silenciar toda esta energía negativa que recibimos a diario.