Para mí, el sexo es el abrazo entre los mundos interiores de las personas (el intercambio puede ser más o menos profundo, pero en cada encuentro erótico hay una conexión) y mi misión es contribuir al bienestar de las personas a través de la mejora de su sexualidad. Es por este motivo que, desde muy temprana edad, tuve claro que quería ser sexóloga.
Me apasionan las reuniones de mujeres en las que hablamos de sexo libremente. Por eso salgo siempre con una gran sonrisa de cada reunión de SexEvolution y de mis cursos y talleres.
Siento un interés genuino por la vida de los demás, y me encanta escuchar y observar. De ahí mi trabajo como psicoterapeuta. Admiro a las personas luchadoras y, por suerte, he tenido el privilegio de conocer a muchas de ellas en la consulta.
No creo en los sueños imposibles. Lo único que creo es que los grandes objetivos solo necesitan mayores esfuerzos. Me fascinan las mujeres valientes de la historia.
Cada día me sorprendo por los aprendizajes que trae la vida y decido aprovecharlos al máximo. He vivido sola durante casi 10 años en los que he disfrutado de muchas noches observando las estrellas y la luna y de mucho silencio. Me peleé con la soledad hasta que aprendí a abrazarla. A veces siento que el mundo se me queda pequeño y quisiera viajar por la inmensidad del universo.
Me apasiona la naturaleza y no soporto su destrucción ni el sufrimiento animal, por eso decidí dejar de alimentarme de ellos.
Practico la meditación y hago yoga desde pequeña. Confío en mi intuición como la mejor brújula, y el amor, la coherencia y el respeto rigen mi vida.
Me encantan las sonrisas sinceras, la poesía, el arte en todas sus expresiones, los olores que despiertan recuerdos, las personas con un gran mundo interior, la bondad, los abrazos auténticos, mirar a los ojos, la transparencia, probar sabores nuevos, las historias que emocionan, los ataques de risa, las largas conversaciones de madrugada, los conciertos en la playa, la magia de la noche, mirar lejos, andar descalza, las películas con finales sorprendentes, escuchar las letras de las canciones, conocer gente de todo tipo, preparar regalos para las personas a las que quiero, amar sin miedo, arriesgar, lo bien que se queda una después de permitirse llorar, aprender de los errores, aprender de todo, practicar deporte y disfrutar de lo que hago.
Nunca siento rencor, no dejo que esté en mi vida. Perdono y paso página. No odio ninguna característica de personalidad porque todas las veo como parte de un aprendizaje de la vida. Practico el optimismo. Creo en el crecimiento personal y en la prosperidad del mundo, y siento un gran respeto hacia la gente anciana. Me emociono con facilidad con las alegrías ajenas.
Acepto la realidad tal y como es, con cada uno de los sucesos de la vida. Y esto me permite vivir en paz y feliz. Siempre me despierto con una gran sonrisa y energía por el día que tengo delante.
Me gusta soñar despierta. Soy detallista y me emociona ver la solidaridad entre las personas. Disfruto leyendo y me encanta compartir el silencio.
Hoy, tras un intenso trabajo de crecimiento personal, puedo decir que no cambiaría nada de mi forma de ser. Acepto cada una de mis particularidades porque forman parte de lo que soy, y he aceptado mi físico tal y como es (con lo que otros llamarían defectos), porque cada una de estas partes que no me gustaban me han ayudado a crecer. Le estoy enormemente agradecida a la vida por haberme dado la oportunidad de sufrir por amor, ya que todas las relaciones terminadas en llanto me han llevado hasta la persona que soy.
Intentaron abusar físicamente de mí en dos ocasiones, viví la enfermedad en mis carnes, me dejé hacer daño por la paralización del miedo, perdí a personas muy importantes para mí, me encontré en situaciones peligrosas… Y todo, absolutamente todo, se lo agradezco a la vida, y por eso creo en la superación personal, porque la he experimentado en mí misma.
Eso sí, sé que estamos en constante movimiento, así que puede que mañana me dé cuenta de algo que quiero cambiar. Entonces lo mejoraré o, simplemente, aceptaré esa parte de mí.