Hoy quiero hablar de Marina Abramovic, una artista nacida en Belgrado (Yugoslavia) en 1946.
Marina ha realizado múltiples performance de gran intensidad, reivindicación y simbolismo a través de su cuerpo.
En su obra, ha tratado de descubrir los límites de la resistencia moral y física y ha conseguido establecer un diálogo energético con el público.
Tras años de performance en solitario, en 1975, comienza una relación personal y profesional con Ulay. Su intensa historia de amor les lleva a crear emocionantes performances, la última de las cuales fue en 1988, cuando su relación estaba a punto de marcar el punto y final. Marinay y Ulay decidieron recorrer la Gran Muralla China, empezando cada uno por un extremo, para encontrarse en el medio, abrazarse y despedirse.
En 2010, Marina compartía un minuto de silencio con cada persona que se sentaba frente a ella en una exposición dedicada a su obra en el MoMa de Nueva York. Ulay se sentó sin que ella lo supiera, y este fue el gran momento que se creó. Sin palabras, sólo emoción.