Si el sexo es el juego de las personas adultas, ¿por qué a veces lo complicamos tanto?
Miedos, vergüenza, exigencia, comparación, castigos, querer aparentar, control, rigidez mental… En lugar de juego, diversión, risas, placer, sensaciones, compartir, disfrutar, complicidad…
En numerosas ocasiones, debido a nuestras experiencias y a todo aquello que nos han ido inculcando desde el nacimiento, el sexo se convierte en una gran fuente de malestar.
¿Te has preguntado alguna vez qué es para ti el sexo?
Si no lo has hecho nunca, te invito a reflexionar.
¿Cuál es la finalidad de cada una de tus relaciones sexuales? Un momento para demostrarle a mi pareja lo que valgo, para satisfacerla, para desahogar tensiones acumuladas (físicas y/o emocionales), para que me quiera, para que no me sea infiel, para compartir placer, para divertirme, para dar y/o recibir afecto, para jugar… Para cada persona, el sexo tiene un simbolismo distinto. Y ya sabes que el autoconocimiento es una de las piezas claves de la satisfacción sexual.
Si quieres que el sexo sea un momento de juego con tu pareja, es importante que sepas que el juego debe comenzar fuera de la cama, es decir, compartiendo momentos de ocio y de diversión con tu pareja. Verse al final del día y hablar de trabajo o de cosas pendientes, no es un buen aliciente sexual (es más bien todo lo contrario).
En el post ¿Dónde está el erotismo?, te decía que podemos convertir las sensaciones en emociones. Hoy añado que también podemos convertir las emociones en sensaciones, es decir, a raíz de compartir actividades con mi pareja que despierten emociones, favoreceremos las ganas de disfrutar momentos íntimos en los que despertarnos los cinco sentidos.
Y me dirás: Ya… Pero, ¿qué actividades son esas que mueven emociones? Pues todo aquello que te alegre, que te ilusione, que te motive… Por ejemplo, ir a ver esa película que tenéis tantas ganas de ver, visitar aquella ciudad que os tiene enamorad@s, comer en eses restaurante que tanto os gusta, disfrutar de ese juego que os tiene enganchados durante horas… ¿Por qué crees que aumentaron los embarazos cuando España ganó el mundial de fútbol? Porque se movieron emociones. Muchas parejas compartieron momentos emocionantes y divertidos, cosa que fomentó la intimidad y la celebración.
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Así que:
1. Reflexiona acerca de la finalidad de tus relaciones sexuales y de lo que significa para ti el sexo en estos momentos.
2. Piensa en actividades que hacíais tu pareja y tú y que habéis dejado de hacer.
3. Haz una lista de juegos que podéis incluir en vuestra vida de pareja (que tu pareja haga otra y la compartís o la hacéis junt@s directamente).
4. Planificad espacios en los que practicar los juegos de la lista (y en el que podáis desconectar de las preocupaciones).
5. ¡A disfrutar! No olvides que para disfrutar, primero hay que permitírselo.
¿Qué opinas?
¿Es el sexo el juego de las personas adultas?
¿Crees que el hecho de vivir el sexo tan alejado de su lado lúdico, es tan solo una muestra más de la tendencia de los humanos de complicarnos la existencia?
Gracias por esta reflexión. Me ha ayudado a ver lo que no estaba viendo. A partir de ahora, a jugar!!
Felicidades por tu blog.
Marta, gracias a ti por leerlo con tanta conciencia. ¡Me alegro de que comiences a jugar!